Con solo tres noches de no dormir bien se afecta el corazón: los hallazgos del mal sueño
Estas enfermedades pueden comenzar a temprana edad y empeorar en la vejez.

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Un reciente estudio realizado por la Universidad de Uppsala en Suecia y publicado en la revista “Biomarker Research” mostró cómo no dormir bien puede dañar el corazón y aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Para los investigadores, la falta crónica de sueño es un problema de salud pública que cada vez afecta más a la población; es por eso que hoy este problema se ha vinculado con un mayor riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y fibrilación auricular.
Los autores estudiaron a 16 hombres jóvenes sanos con peso normal, los cuales tenían hábitos de sueño saludables y que pasaron tiempo en un laboratorio de descanso en el que sus comidas y niveles de actividades los controlaban estrictamente en dos sesiones.
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Durante este tiempo, estos integrantes durmieron una cantidad normal durante tres noches consecutivas, mientras que en la otra sección solo descansaron cuatro horas cada noche.
Durante ambas sesiones le tomaron muestras de sangre por la mañana y por la noche, luego de que realizaran ejercicios de alta intensidad durante 30 minutos. Este experimento realizado mostró el papel crucial que juega el sueño en la salud del corazón.
Los resultados del estudio
Los científicos analizaron detalladamente las proteínas inflamatorias en la sangre de los participantes y se pudieron dar cuenta de que los niveles de muchas de ellas están asociados con una mayor inflamación y aumentaron cuando los jóvenes tenían falta de sueño.
Estas proteínas están relacionadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como son la insuficiencia cardíaca y enfermedades de las arterias coronarias.
Los investigadores quisieron centrarse en esta población, ya que la mayoría de los estudios vinculados con la falta de sueño lo han realizado en adultos mayores, pero estos problemas comienzan a aparecer en la juventud.
“Muchos de los estudios más amplios que se han realizado sobre el vínculo entre la falta de sueño y el riesgo de enfermedades cardiovasculares se han centrado generalmente en individuos ligeramente mayores que ya tienen un mayor riesgo de padecer dichas enfermedades”, afirmó Jonathan Cedernaes, médico y docente de la Universidad de Uppsala, quien dirigió el estudio.
Además, la investigación reveló que la falta de sueño no solo aumenta los marcadores inflamatorios, sino que también afecta la respuesta fisiológica a los ejercicios. Estos efectos adversos se mostraron con tan solo tres noches de sueño limitado.
“Por eso fue interesante que los niveles de estas proteínas aumentaran de la misma manera en individuos más jóvenes y previamente perfectamente sanos después de solo unas pocas noches de privación del sueño. Esto significa que es importante enfatizar la importancia del sueño para la salud cardiovascular incluso en las primeras etapas de la vida”, manifestó Cedernaes.