Unas ocho muertes pudiesen ser catalogadas como relacionadas directa o indirectamente al paso del huracán Fiona por la Isla.

No obstante, la directora del Registro Demográfico, Wanda Llovet, dejó claro este martes que “las estadísticas de Registro Demográfico están en cero al día de hoy”.

Se destaca entre los fallecimientos que se evalúan si pudiesen estar relacionados al huracán el de un bebé de cuatro meses, que supuestamente requería atención médica y no la recibió a tiempo, detalló en una mesa informativa la directora del Instituto de Ciencias Forense (ICF), María Conte Miller.

“Es un caso de una señora, una madre de un bebé, donde la señora indica que tuvo problemas en accesar el centro de salud donde debía atender al niño que tenía algún tipo de condición médica”, indicó Conte.

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El bebé residía en Aibonito, pero fue llevado al hospital Menonita de Aguas Buenas donde falleció.

Este diario cuestionó a Conte si el menor presenta hematomas o algún otro signo visible de posible maltrato, pero no pudo responder. Dijo que se espera por el informe de la autopsia.

“El bebé estaba bajo evaluación de un patólogo”, precisó.

Los otros casos bajo evaluación del ICF son otros cinco. Pero, Conte dejó claro que no todos los fallecimiento tienen que llegar al Instituto para ser evaluados si están o no relacionados al paso del sistema atmosférico.

La única muerta directa al fenómeno natural que se evalúa es la del hombre que falleció ahogado ayer, lunes, en Comerío.

El fenecido fue identificado por la Policía como Gilberto Ayala Aponte, de 58 años.

Conte explicó que para identificar las muertes como directa o indirecta se siguen unas guías provistas por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Estas aluden a que el fallecimiento directo es “una muerte directamente atribuible a las fuerzas del desastre”.

Explicó que puede tratarse de un colapso estructural, escombros voladores o exposición a sustancias químicas que deben ocurrir en momentos en que pasa el ciclón por la zona.

Las restantes cuatro muertes que evalúan son indirectas.

Las guías del CDC establecen que “ocurre cuando las condiciones inseguras o insalubres están presente durante cualquier fase del desastre y contribuyó a la muerte”.

Conte no pudo especificar por cuánto tiempo después de un evento pudiese todavía relacionarse una muerte como indirecta. Señaló que hay que evaluar cada circunstancias. Una de ellas pudiese ser que todavía en el área donde ocurra no haya llegado el servicio eléctrico desde que ocurrió el huracán.

De los casos bajo evaluación del ICF como posible muerte indirecta, además de la del bebé de cuatro meses, se encuentra un hombre que falleció previo al azote de huracán en un refugio en Culebra, un hombre que se quemó con un generador de electricidad en Arecibo, una mujer que sufrió una caída por falta de energía eléctrica en San Lorenzo y un hombre que murió electrocutado con un generador eléctrico en San Juan.

Conte precisó que el cuerpo de la mujer que falleció en un refugio en Mayagüez no ha llegado al ICF.

No obstante, Llovet informó que el médico podría hacer una certificación sobre esta muerte, sin necesidad de tener que realizarse una autopsia, en la que se le relacione con el paso del ciclón. Es que en las actas de defunción que deben llenar los médicos posterior al embate del huracán María tiene un encasillado en el cual el médico puede hacer referencia a que se trata de una muerte directa o indirecta a un desastre natural.

“En el evento del huracán María no se pudo adjudicar las muertes al huracán María, porque en las causas de muerte no se especificaba absolutamente nada de lo que la doctora está explicando ahora, si era una causa directa o indirecta con el huracán. Pues, básicamente, este es el propósito de la reunión de hoy, informar que es importante que los médicos documenten cualquier circunstancia relacionada a la muerte y si estuvo relacionada al huracán Fiona. El certificado médico de defunción provee para que el médico especifique esa información”, afirmó la directora de Registro Demográfico.

Cabe destacar que Conte adelantó que todas las muertes registradas en un refugio, como ocurrió en Culebra y Mayagüez, están dentro de las guías del CDC clasificadas como una muerte indirecta, por lo que no duda que ambos fallecimientos culminen en las estadísticas de Fiona. La certificación de defunción, sin embargo, no se ha emitido en estos casos para que el Registro Demográfico las incluya en las estadísticas de muerte causadas por la emergencia.

Por otro lado, la directora del ICF aludió a que una octava muerta pudiese ser asociada al huracán Fiona, aun cuando se trate de un asesinato.

El caso se registró ayer, lunes, en Lajas, donde unos vecinos discutieron por unos escombros que quedaron tras el paso del ciclón y resultó muerto Augusto Romeo Pérez, de 50 años.

El cadáver del occiso todavía no ha llegado al ICF para iniciar la evaluación.

“Bueno, como le digo, cada caso hay que evaluarlo... Podría relacionarse de manera indirecta. Tienes razón. Pero, obviamente, recae en el patólogo que analiza el caso”, precisó, al indicar que primero el patólogo deberá hacer su investigación del caso para establecer si el homicidio ocurrió por hechos relacionadas al paso del huracán.

Llovet, por su parte, volvió a recordar que en el certificado de defunción que se diseñó posterior a María cabe una explicación que dé cuenta de la correlación de la muerte con el paso de Fiona.

Específicamente, afirmó que con que “el médico que diga que esto fue por medio de una pelea por unos escombros relacionados al paso del huracán” se pudiese hacer el análisis de registrar la muerte a Fiona.

“Es bien importante que mencionen eso. Quizás no lo ponen en la causa de muerte, pero si lo especifican en el certificado de defunción, verdad, que pudo haber contribuido. Obviamente, si no está el escombro, pues a lo mejor no había esa pelea”, agregó.

Llamado a los médicos

Previo a realizar el desglose de casos, las funcionarias realizaron un llamado público a los médicos a evaluar la posibilidad de que algunas de las muertes que atiendan en los próximos días pudiesen estar relacionadas al ciclón.

Según explicaron, los médicos deben tomar un curso voluntario para conocer estas guías del CDC mencionadas y estar capacitados para identificar este tipo de muertes.

Estas guías del CDC se acogieron ante los problemas que se presentaron para contabilizar las muertes por el huracán María. Entre las múltiples fallas que mencionaron las expertas que ocurrieron hace cinco años estuvieron que no había ningún espacio en el certificado médico de defunción que permitiese explicar si el fallecimiento guardase relación a una circunstancia particular, como pudiese haber sido un desastre natural.

Llovet precisó que el curso a los médicos para poder identificar una causa de muerte relacionada a un huracán inició en el 2019. Se hizo para lograr que los médicos pusieran en práctica estas guías establecidas sobre lo que es muerte directa o indirecta a un huracán. En ese año, unos 336 médicos tomaron la clase de manera presencial.

En el 2020, se comenzó a hacer el adiestramiento bajo un curso cibernético. Desde ese año, lo han tomado 10,206 profesionales, de los cuales de esos 116 estudiantes de medicina, 30 de otros profesiones y el resto doctores.

Según cifras del Colegio de Médicos, a la fecha están colegiados 11,220 galenos, de los cuales 9,105 están activos el Puerto Rico.

Llovet comentó que la mejor práctica que han tenido los médicos para lograr vincular una muerte con un hecho fue la pandemia del COVID-19.

“A nosotros se nos hizo bien fácil poder registrar cada defunción con causa de muerte de COVID, porque ya venía en la causa de muerte establecido que era por COVID”, destacó la directora de Registro Demográfico.

Las expertas auguran que, tras haberse este nuevo formato enseñado a los médicos y puesto en práctica, no ocurran problemas en identificarse muertes relacionadas al paso del huracán Fiona por la Isla.