El cuerpo que hallaron ayer, jueves, en un gravero llegando al puente de la carretera PR-185 entre Juncos y Gurabo pertenece a Leila “Negri” Sierra Rohena, de 47 años, quien fue arrastrada por un golpe de agua el pasado sábado tras intentar cruzar en su automóvil Toyota Yaris la quebrada Ceiba, que conecta con el río Gurabo cuando estaba fuera de cauce.

Así lo confirmó la Oficina de Prensa del Institituto de Ciencias Forenses, quien sostuvo que la mujer, cuyo cadáver fue recuperado por buzos y rescatistas del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres, fue identificada mediante radiografías dentales.

Según la agencia, la autopsia de Sierra Rohena se realizó este viernes.

Sierra Rohena fue madre de dos niñas, y estuvo desaparecida desde el pasado sábado, luego que las copiosas lluvias que se produjeron durante la semana, mayormente asociadas a una serie de fenómenos, complicaron los esfuerzos de recuperación. Sin embargo, no fue hasta el jueves que las autoridades estatales dieron con el paradero de la mujer, poniendo fin a la incertidumbre que enfrentaba la familia.

“Simplemente no hubo otra cosa más que llanto. Yo simplemente le dije Mamá apareció, no como queríamos, pero apareció. Triste estaba el esposo también. Hemos trabajado con ellos y el equipo de nosotros, desde el primer día nunca perdimos la esperanza de encontrarla y esto fue lo que pasó”, narró el alcalde de Juncos, Alfredo “Papo” Alejandro Carrión, en entrevista con Primera Hora.

Este agregó que se pusieron a su disposición ayudas psicológicas a toda la familia, al igual que a los empleados del municipio que trabajaron desde la noche de los hechos y durante la intensa búsqueda a la que se les unieron cientos de rescatistas de diferentes municipios, agencias estatales, federales y voluntarios que donaron su tiempo y recursos.

Además, también destacó que se encargarán de los servicios fúnebres.