El terremoto que “trastocó emocionalmente” a todos los residentes del suroeste de la Isla no causó este sábado daños en Guánica.

Según afirmó el alcalde Santos Seda Nazario, la explicación por la que no ocurrió nada puede sonar jocosa, pero es su realidad.

“Suena a chiste, pero no hay daños estructurales nuevos. Sabe que ya nosotros como secuela de todo esto lo hemos perdido todo, centros comunales, casa alcaldía, escuelas, canchas, parques, comercios”, afirmó en entrevista telefónica con Primera Hora.

Gracias a Dios, porque ya lo hemos perdido todo, ya no hay más que caiga al piso”, agregó.

El alcalde se escuchaba afectado. Antes que se le preguntara algo, expresó sentirse abatido por lo que acontecía hoy en su pueblo, en momentos en que el país se encuentra sumido en la emergencia del coronavirus.

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Santos Seda señaló que lo peor es que todos en Guánica revivieron esta mañana los fuertes terremotos del 6 y 7 de enero, que fueron los que provocaron que el pueblo costero quedara devastado.

“Todo esto se suma a que hay 2,000 casas, unas que hay que demolerlas completamente y otras parcialmente”, le añadió el alcalde a su pesar.

Específicamente, indicó que las autoridades han marcado unas 429 casas y edificios en rojo. Esto quiere decir que deben ser demolidas en su totalidad. Otras 1,371 propiedades fueron catalogadas en el renglón de amarillo. Esto se refiere a que tienen daños estructurales que pueden ser resueltos con algunos arreglos y demoliciones.

El problema, dijo el alcalde, es que la ayuda económica no ha llegado a los pueblos afectados por los sismos.

Sor Margarita Mangual Colón agradeció que, a pesar de las pérdidas, todas las religiosas salieran con vida, pues se habían preparado para enfrentar la emergencia.

“En las demoliciones se van $8 millones, que no estamos hablando de reconstrucción. Entre demolición y las viviendas, estamos hablando de más de $25 millones”, calculó.

Por tal razón, Santos Seda le pidió al gobierno y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) que acelere la ayuda económica.

“Nosotros necesitamos dinero. Yo estoy dispuesto a que me sometan a toda la fiscalización, pero necesitamos el dinero para ayudar a mi gente. Yo necesito los recursos”, urgió.

Aludió a que la gobernadora Wanda Vázquez pretendía darles una ayuda de $50 millones a los cinco municipios más afectados, pero que la Junta de Supervisión Fiscal lo impidió.

“Se siguen sumando todos estos eventos. En enero tuvimos los terremotos, hoy tenemos lo del COVID y los terremotos otra vez, y dentro de 30 días comienza la temporada de huracanes. ¿Qué va a hacer de nuestra gente? Ellos necesitan su casa. Ellos no tienen la culpa que el terremoto haya llegado”, enfatizó.

Por otro lado, el alcalde recordó que estaba tomándose el café de la mañana cuando comenzó el temblor.

“Cuando yo logro sentir todo ese movimiento, no se detuvo. El piso parecía un matress de agua. Eso se mantuvo por 15 a 20 segundos. En la comunidad donde vivo, todos los vecinos salieron asustados ante toda esta situación”, describió.

Santos Seda insistió que este terremoto fue diferente a los que reportaron anteriormente.

“Antes hacía un ruido, el cual es parecido cuando pasa una motora por tu casa. En esta ocasión, no hubo ruido. Hubo ese movimiento y se mantuvo allí permanente. Antes era tres o cuatro segundo y ya está”, detalló sobre las diferencias.

Ahora que la tierra dio otro gran susto, los guaniqueños “están nerviosos. No cabe duda que es una situación más compleja que la de enero pasado, porque en esta ocasión, si se está dentro de la casa, tienes temor del terremoto y, si están fuera de la casa, tienen temor del COVID. Eso altera aún más las emociones de mis compueblanos, porque los pone contra la espada y la pared”.