Aún sin explicación al misterio de los gallos encontrados muertos y regados por toda la playa en Punta del Boquerón, en Aguada, la Comisión de Asuntos Gallísticos del Departamento de Recreación y Deportes (DRD) citará a todos los dueños y administradores de las galleras de la región oeste para saber qué ocurrió.

El presidente de la Comisión, Víctor “Junior” Cruz, explicó a Primera Hora que tiene pautada la reunión para el próximo lunes en una gallera céntrica para todos en la región. También serán citados todos los jueces de inscripción y los curanderos. 

“Quiero tenerlos a todos porque no me quiero centralizar en unas (galleras), porque me parece que tenemos que cortar esto de raíz. Esto ha sido devastador para nosotros”, expresó. 

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Confirmó que algunas catorce galleras están bajo esta investigación.

El jefe del Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Ángel Cruz, confirmó que aún mantiene efectivos en la región tratando de identificar algún responsable, haciendo  entrevistas a ciudadanos en el pueblo de Aguada.

“Hay varias fuentes de información que nos están llegando y estamos corroborando la veracidad de la misma”, señaló Cruz.

Sobre la evidencia de los gallos hallados en la playa por un pescador -que difundió un vídeo para denunciar el hecho en las redes sociales- y que al momento de la visita de las autoridades al lugar para investigar los hechos ya no estaban, Cruz señaló que nadie se ha comunicado para colaborar con la pesquisa.

El comandante sostuvo que tras un recorrido por el litoral costero en busca de la evidencia sus vigilantes no lograron dar con ningún animal.

Pero, el comisionado de Asuntos Gallísticos del DRD confirmó que el martes regresó a la playa y encontró un gallo. Tras entrevistar a administradores de galleras de la zona, Junior Cruz descartó que estén relacionados al hallazgo.

Ante la posibilidad que este animal pueda tener alguna marca que revele su procedencia, los funcionarios se disponían ayer a compartir información que ayude a dar con el origen de este delito, que puede desembocar en multas de hasta $2 mil por arrojar desperdicios biológicos en un recurso natural. 

“Estamos hablando de carne y sangre, por eso la multa podría llegar a esa suma”, dijo.