A través de sus años de trabajo como psicólogo clínico, Miguel Vázquez ha experimentado el discrimen y el dolor de sus pacientes gay que anhelaban contraer matrimonio con su pareja del mismo sexo, pero su país le negaba ese derecho.   

En ocasiones, relató, atendió pacientes que no tuvieron más opción que viajar a otros territorios donde el matrimonio entre personas del mismo sexo era válido.

Así que, la decisión emitida ayer por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos que valida el matrimonio homosexual en todos sus estados y territorios, incluyendo Puerto Rico, no sólo se trata de un paso al frente hacia el alcance de la equidad sino un prejuicio menos con el que tienen que cargar. “Todo ser humano tiene esa necesidad de sentirse aceptado y protegido”, expresó el experto.

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Para los adolescentes homosexuales que van creciendo representa un apoyo más amplio y vivir en un mundo de mayor aceptación. 

Para sus padres y familiares representa un alivio, una certeza de que su hijo gay no está solo. 

“Sienten que su hijo, de alguna forma, está sustentado por un andamiaje que te dice: ‘Avalamos a tu familia y a tú hijo y lo que decida en su futuro’. Va a brindar más seguridad, inclusive a sus familiares…ahora hay que hablarlo y trabajarlo”, expresó  Vázquez, quien también es el coordinador del Comité de Asuntos LGBT de la Asociación de Psicología de Puerto Rico.

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A través de su práctica han evidenciado también el discrimen  del que son víctimas la comunidad LGBT por parte de otros psicólogos. 

Entre sus diversas manifestaciones, está el profesional que se niega a atender el paciente, el que minimiza lo que siente o aquel que no toma educación continua dirigida a trabajar con la población. “Simplemente no lo estudio, no lo trabajo, ni lo considero y eso también se da en ocasiones. Aunque dice que acepta o tolera pero en realidad no busca mayor educación luego de graduarse u obtener su licencia”, detalló.

Explicó que los currículos de psicología no tienen entre sus requisitos cursos sobre las comunidades LGBT.  Las pocas que existen, algunas enfocadas en la sexualidad en general, son electivas.  “Por eso el Comité es tan importante para cerrar esa brecha de desconocimiento”, dijo al añadir que trabajan en la creación de unas guías sobre el deber ético de trabajar con la comunidad con sensibilidad.

El Comité trabaja también con el desarrollo de un libro, que esperan publicar en noviembre, que integrará todo lo que necesitan saber los profesionales de la salud sobre la comunidad LGBT. “Va a ser bien compresivo. De los 19 capítulos ya tenemos  los primeros 12”, mencionó Vázquez, quien señaló que el escrito incluirá  la determinación de ayer del Tribunal Supremo.

“Lo que queremos es que los profesionales mantengan actitudes positivas  para trabajar con la población  y la atiendan sensiblemente…como hoy (ayer) que aunque es un logro dentro de una lucha más grande de inclusión, es un paso que  legimitiza  las relaciones del mismo sexo y posiciona en un estándar más  equitativo a las personas del mismo sexo”, sostuvo.