Puerto Rico, donde en 2013 se registraron 2,300 temblores de los que solo fueron perceptibles para la población un 2 %, se ubica en un área sísmica activa expuesta a temblores como el registrado a unos cien kilómetros al noroeste de San Juan la pasada medianoche.

El director de la Red Sísmica de Puerto Rico, Víctor Huérfano, señaló hoy a EFE que el sismo de 6.4 grados en la escala de Richter registrado puede considerarse normal dada la posición geográfica de la isla caribeña, puesto que, aclaró, se ubica en una zona sísmica activa.

"La situación regional de Puerto Rico en el punto en que confluyen la Placa Norteamericana y la Placa del Caribe es la razón de considerarse zona sísmica", subrayó Huérfano, cuya entidad pertenece al Departamento de Geología de la Universidad de Puerto Rico.

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Recordó como ejemplo los 2,300 temblores registrados en 2013 en el área de influencia de la Red Sísmica de Puerto Rico, que incluye ese territorio, Islas Vírgenes de EE.UU. y el área en que se encuentra con aguas jurisdiccionales de República Dominicana.

Huérfano destacó a la fosa de Puerto Rico, que se localiza en el límite de dos placas tectónicas, como el punto más susceptible de registrar sismos, a lo que hay sumar las innumerables fallas, entendidas como fracturas en las rocas de la corteza terrestre que pueden darse a nivel de superficie o bajo tierra y repartidas por todo el área.

El científico aclaró que una vez señalado que Puerto Rico se sitúa en una zona sísmica es imposible predecir dónde y cuándo se van a producir terremotos.

Dijo que no hay relación alguna entre el sismo de la pasada medianoche y el recientemente registrado en Cuba o el de enero de 2010 en Haití, de una magnitud de 7.2 grados en la escala de Richter y que provocó más de 150,000 muertos.

Huérfano destacó que como las estadísticas revelan en el área del Caribe y más en concreto en la que es responsabilidad de la Red Sísmica de Puerto Rico se producen sismos todos los días, aunque solo una pequeña minoría puedan percibirse.

La mayoría de los sismos que se registran en el área de Puerto Rico alcanzan entre 3 y 3.5 grados de magnitud en la escala de Richter, difícilmente perceptibles para el hombre.

"Se trata de una realidad que no se puede olvidar", subrayó, tras apuntar que todos los habitantes de Puerto Rico y la región deben conocer el riego existente.

Huérfano dijo que el de la pasada medianoche es uno de los más fuertes registrados en Puerto Rico desde el que en 1918 azotó la isla con una magnitud de 7,5, acompañado de un tsunami de unos 6 metros (19,5 pies) de altura y provocó la muerte de 116 personas.

Desde entonces, y según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), en la isla se han sentido temblores de gran magnitud, como los registrados cerca de La Española en 1953 y en 1946, de 6.9 y 8.1 en la escala de Richter, respectivamente; así como otro en el Cañón de Mona en 1946, de 7.5.

Previamente, en 1867, 20 días después del devastador huracán San Narciso, la isla de Anegada (Islas Vírgenes Británicas) fue azotada por un sismo de 7.5 al que siguió un tsunami que se adentró en la tierra de la costa este de Puerto Rico hasta 150 metros (490 pies).

En 1787 se registró otro en la Fosa de Puerto Rico (fosa marina en el límite entre el Caribe y el Atlántico) con una magnitud de entre 8 y 8.1, con lo que derrumbó edificios e iglesias de la isla, y causó daños en los históricos Fuertes de San Felipe del Morro y de San Cristóbal, en San Juan.