SHELBURNE FALLS, Massachussetts, EE.UU.En las profundidades del paisaje agrario del oeste de Massachusetts, la propiedad de Bill Cosby ha servido durante décadas como un refugio de tranquilidad para el comediante y su familia.

La mayoría de los habitantes de esta comunidad normalmente reservada de New England están conformes dejando en paz a los por lo general discretos Cosby cuando pasan los feriados y gran parte de los veranos en su casa de campo a más de 160 kilómetros (100 millas) de Boston.

Pero mientras los alegatos sobre años de abuso sexual continúan resonando alrededor de Cosby, cada vez es más difícil para los lugareños ignorar a su más famoso residente, aún si lo intentan.

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En el centro de Shelburne Falls, un pueblo a unos 15 minutos de la propiedad de Cosby popular entre turistas por su artesanía local y pintorescos edificios emblemáticos, algunos dueños de negocios dicen que están cansados de responder preguntas sobre el comediante de 78 años, que dijeron que nunca frecuenta sus tiendas de todas maneras.

"Es triste que la persona más célebre de tu pueblo termine cayendo en una situación como esta", dijo Michael Eller, copropietario de la tienda Sawyer News, en una entrevista reciente. "Pero no hay nada que podamos hacer al respecto. Él vive allá haciendo lo que sea que hace. En realidad no interactúa con el pueblo".

Más de dos docenas de mujeres han acusado a Cosby de abuso sexual, a veces luego de drogarlas. Hay dos demandas pendientes: una por difamación en Massachusetts y un caso civil de abuso sexual en California. Cosby, quien nunca ha sido acusado formalmente de ningún crimen, ha reconocido que ha tenido relaciones sexuales con muchas mujeres y que ha obtenido pastillas de metacualona para usar en sus encuentros sexuales. Pero dice que todos sus contactos fueron de mutuo acuerdo.

Aunque muchos residentes de Shelburne Falls siguen reacios a emitir juicios, les es difícil evitar ser parte del debate sobre Cosby cuando más y más mujeres presentan alegatos en su contra.

"Creo que al principio mucha gente le tenía compasión, pero ahora es simplemente un maremoto", dijo Sidney Anderson, cuya familia ha sido propietaria de The Baker Pharmacy y su anticuada máquina de gaseosas por tres generaciones. "Obviamente algo tiene que estar pasando ahí".

Karen Palmer, gerente de cocina del restaurante The Village, prefiere esperar a ver qué pasa: "Inocente hasta que se demuestre lo contrario, ¿me entienden?".

Otros dicen que sienten lástima por la familia Cosby y señalan que ésta ha realizado muchas contribuciones a la comunidad desde que se mudó al área en la década de 1970, como comprar terrenos rurales para su preservación o expresarse en contra de un proyecto para instalar un oleoducto de gas natural en la región.

"Lo veo como un asunto privado", dijo el funcionario del ayuntamiento y concejal Joseph Judd, quien conoce personalmente a los Cosby desde hace años. "No puedo pensar en una familia más fina, el modo en que han criado a sus hijos, el modo en que viven. De verdad no tengo nada negativo que decir".

Muchos dicen que no actuarían diferente si se toparan con Cosby, quien según ellos ha pasado parte del verano en el pueblo con otros miembros de su familia pero ha mantenido un perfil más bajo del usual.

"Probablemente todavía lo salude", dijo Justin Nichols de Shelburne Falls Coffee Roasters, una cafetería a las afueras del centro a la que Cosby una vez donó una máquina para café expreso. "No es que le tenga lástima. Simplemente soy buena gente. No me gustaría hacer nada inoportuno".

La familia Cosby declinó a una solicitud de comentarios a través de un vocero. A principios de mes, una media docena de autos estaban estacionados en su residencia y podían oírse risas y cotorreo desde la propiedad, la cual incluye un histórico caserío de 15 habitaciones y una casa de huéspedes moderna pero rústica en 8.5 hectáreas (21 acres) valoradas en casi 2.7 millones de dólares.

La verja que rodea la propiedad ostenta una advertencia: "Si no fue invitado, NO pase por esta reja".