Cada vez que una de sus amigas se casa o se convierte en madre,  Claudia  Rodríguez, de 34 años,  se pregunta cuándo le tocará a ella vivir esas experiencias. Sus deseos de tener un compañero de vida y formar una familia siempre han estado presentes, pero el candidato correcto no aparece.

La misma historia se repite entre su círculo cercano de amigas, en el que, en sus acostumbradas tertulias siempre llegan a plantearse la misma pregunta: ¿dónde están los hombres?

Como si fuera un enigma que necesitan descifrar, comienzan a lanzar sus hipótesis. 

“Le doy la vuelta a la pregunta y no tengo una contestación. Creo que es que el tipo de hombre que me llama la atención no anda en busca de relaciones serias”, expresó también, Deborah Rivera, de 32 años, para quien tener una pareja es fundamental.

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La elegante ingeniera en sistemas de información, como muchas mujeres, considera que tiene todas las cualidades para atraer a un hombre: “inteligente, determinada y amorosa”, pero eso no ha sido suficiente para los muchachos con los que ha salido, desde su última relación, hace cuatro años. Mucho menos lo ha sido para los sujetos con quienes  en sus salidas ha logrado algún contacto visual.

“Alguno que otro se puede acercar a hablar, pero usualmente, no hay señal de que deseen continuar conociéndonos”, afirmó Rivera, quien no considera como una opción para ella suscribirse a una plataforma social de relaciones por Internet, tras intentarlo con escasos resultados.

Un mercado difícil

Las experiencias de Rivera en el mercado masculino la han llevado a la conclusión de que hay una evidente carencia de hombres en la Isla que desean entablar una relación seria. De la misma forma, recalcó que abundan los sujetos con una pobre preparación académica, lo que incide en que estos “huyan ante mujeres profesionales” por entender que a las féminas educadas “no pueden  controlarlas”.

Por su parte,  Rodríguez, quien es abogada,  no pudo evitar reírse a  carcajadas al intentar encontrar una respuesta sobre la crisis en el mercado masculino. Para ella, la situación de las mujeres que quieren tener un compañero en estos tiempos va “de mal en peor”. 

Este es el perfil de los “potenciales” candidatos a pareja en la Isla, hoy día, según Rodríguez: “unos casados en busca de aventuras, otros apáticos al compromiso, otros obsesivos y maltratantes, otros sin carácter para tomar decisiones que cambien el rumbo de sus vidas... En síntesis,  el círculo en el que los ubico a todos, se ha ido cerrando de tal forma que ya casi casi es un puntito”, subrayó la profesional que hace más de cinco años no tiene pareja.

Al igual que Rivera, su experiencia al ver a un muchacho con quien se desarrolla cierta atracción, suele quedarse en una interacción superficial que no evoluciona.

“Una que otra mirada, pero ningún acercamiento, es lo usual”, respondió al ser preguntada sobre cómo se comportan los hombres con relación a ella en un entorno social.

“Hoy día, por lo menos, aquí en Puerto Rico, es como complicado, bien difícil. Creo que es porque el puertorriqueño es bien lay back (recostado). Muchas veces si tú no haces el acercamiento y no eres una persona extrovertida, que te atrevas a acercarte a un hombre, ellos que no hacen ningún movimiento, a pesar de que lleven horas flirteando con la mirada. Son bien lentos en eso, a pesar de que alguien les guste”, manifestó Jannina Rivera, de 34 años.

La oficial de servicio al cliente comparó esa dinámica con la experimentada por ella en diferentes países a los que ha viajado, donde asegura que los hombres son mucho más dispuestos a establecer ese primer contacto directo.

“Yo creo que a una mujer en otro país se le puede hacer un poquito más fácil establecer una relación que aquí. Los hombres en otros países son un poco más abiertos y extrovertidos en el sentido de acercársele a uno, de si tú le llamas la atención, hablarte, invitarte a salir. Son más dinámicos en ese sentido”, explicó la imponente  morena.

Más los que salen del clóset

A la aparente inercia que mantiene la mayoría de los solteros a la hora de tomar la iniciativa para conocer una mujer que les resulta atractiva, se suman, a juicio de las entrevistadas, otros factores como la dificultad de los hombres para comprometerse en una relación, las huellas del divorcio en el caso de aquellos que fracasaron en un anterior matrimonio, el dominio demográfico de las mujeres y el aumento en el número de hombres que reconocen su homosexualidad. 

“Ahora mismo, además de que hay una proliferación de hombres homosexuales bastante amplia, los hombres que hay como opción o están casados o se divorciaron y no quieren una relación seria porque quieren disfrutar su nueva soltería, entonces son muy pocos los que quedan que realmente podrían tener el interés en tener una relación seria y comprometida. Me parece también que muchos hombres de mi edad tienden  a salir con mujeres  menores que yo”, aseveró Rivera.

Aunque el panorama es algo retante, estas tres féminas se mantienen firmes en  que una mujer no debe bajar sus estándares para encontrar una pareja. Se consideran atractivas, emprendedoras, independientes a nivel financiero y entienden  que tienen todas las cualidades que un hombre desearía en una compañera.

Del mismo modo, piensan que conformarse o rendirse en la búsqueda de la pareja correcta no es una  opción para ellas. 

“Trato de mantener la fe en que voy a encontrar a alguien que con la cual yo pueda compartir mi vida porque yo no he decido tener una vida de soltería por vocación. Yo quiero tener una pareja, yo quiero convivir con alguien, yo quiero tener familia... Yo tengo esas expectativas”, puntualizó Rivera.