Nueva York.- Un antiguo empleado de Zara en Estados Unidos presentó hoy una demanda en un tribunal de Nueva York en la que acusa a la empresa por "discriminación" y despido improcedente y busca una indemnización de 40 millones de dólares.

La demanda fue interpuesta ayer en la Corte Suprema de Nueva York por Ian Jack Miller, exdirector jurídico de Zara USA, filial de Inditex en Estados Unidos, en la que denuncia que fue despedido en marzo pasado por "judío, estadounidense y gay".

"El señor Miller busca daños y perjuicios por más de 40 millones de dólares por ambiente laboral hostil, discriminación salarial y despido discriminatorio y en represalia", según dijo a Efe una portavoz del despacho de abogados del demandante.

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Miller afirma que fue "acosado" con correos electrónicos que le enviaban con "contenidos pornográficos", que fue excluido de reuniones, que su salario tuvo una "vertiginosa" reducción y que finalmente fue despedido "bruscamente" después de siete años trabajando para la compañía.

La demanda no está dirigida contra el dueño de Inditex, Amancio Ortega, pero asegura que algunos de los ejecutivos que le acosaron fueron "designados personalmente por Ortega" para sus trabajos y no recibieron reprimendas por su "relación cercana al señor Ortega".

En concreto, la demanda va dirigida en contra de Moisés Costas, exconsejero delegado de la filial estadounidense de la multinacional española, y Dilip Patel, actual director gerente de Zara USA, según una copia a la que tuvo acceso Efe.

Miller asegura también que "de forma regular", los ejecutivos se intercambiaban correos electrónicos "racistas" en los que aparecía el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con un capirote de Ku Klux Klan y la bandera confederada o Michelle Obama "sirviendo pollo frito".

Asimismo, afirma que "durante años" no habló de su origen judío por el "antisemitismo abierto" de la empresa, menciona polémicas como la de los "bolsos con la esvástica" nazi o los "pijamas de rayas" y denuncia que al saber que era judío "todo cambió".

Zara USA remitió a Efe un comunicado en el que asegura que las acusaciones de su antiguo empleado son "chocantes" y anuncia que la empresa responderá "de manera vigorosa" y se defenderá en los tribunales.

"No toleramos ningún comportamiento que sea discriminatorio o irrespetuoso, y valoramos las contribuciones de cada individuo a nuestra organización dinámica", añadió la empresa en el mismo comunicado.