¿Reforma gubernamental?

Antes de tomar cualquier decisión, el Gobierno debe tomar en cuenta datos que demuestran que en el reclutamiento del personal público en Puerto Rico cada vez está más divorciado de los factores de mérito y talento.

El Centro de Estudios Multidisciplinarios sobre Gobierno y Asuntos Públicos, de la Universidad de Puerto Rico, halló lo que mucha gente en país intuye: que en el Gobierno “el mérito se extingue”.

El examen escrito se considera como la herramienta por excelencia para identificar a los mejores candidatos, pero sólo en 3 de 18 dependencias públicas encuestadas lo utilizan.

En el estudio de las profesoras Yolanda Cordero Nieves y Alba N. Caballero Fuentes, titulado Reforma Gubernamental: el Servicio Público, -para la Cámara de Representantes-  se plantea que la evaluación de preparación académica y experiencia es “una herramienta de alto margen de error, poca confiabilidad y poca validez”. Pero, aquí es la más usada: la encontraron en 13 de las 18 dependencias examinadas.

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Sólo en ocho de 18 instrumentalidades se indicó que  personal de Recursos Humanos participa “a menudo” de las entrevistas de selección de empleados y en otras ocho se confesó que Recursos Humanos “nunca o pocas veces” participa de ese tipo de entrevistas.

LIBRE COMPETENCIA: UNA FALACIA

En el estudio se usa un titular llamativo: “Libre competencia: una falacia”.

Se ofrecen a renglón seguido los siguientes datos.

En el año 2011-2012,  el 75% de las convocatorias de empleo fueron cerradas y en 2012-2013, el 81%.

“En los países democráticos, la igualdad de oportunidad de servir al país desde el servicio público se considera un elemento esencial. La convocatoria abierta permite que todos los ciudadanos… que reúnan los requisitos anunciados, tengan la misma oportunidad de competir por las vacantes”, afirma el Centro.

Las profesoras le ven a la  convocatoria cerrada –la que no sale fuera dela agencia-  un atributo: le da oportunidad de ascender a los empleados ya existentes.

¿IGUAL PAGA POR IGUAL TRABAJO? NO

Los planes de retribución de los empleados públicos se supone que hacen valer el principio constitucional de igual paga por igual trabajo, pero el Centro halló que en el gobierno de Puerto Rico ese requisito tampoco no se cumple.

La mediana salarial de los empleados regulares es la siguiente: corporaciones públicas: $18 la hora; departamentos, $15 la hora;  y municipios, $7.25 la hora.

Los salarios de los empleados de confianza, en general, son mayores; seguidos por los sueldos de los  gerenciales.

Los beneficios marginales (planes médicos, cuido de niños, etc.), sin embargo,  se han ido convirtiendo en un parte importante del ingreso del servidor público y, en algunos casos,  representa más del 60% del salario.

En los últimos años -debido a la situación fiscal- muchos de esos beneficios y salarios se han congelado, pero gracias a las negociaciones colectivas, muchos unionados han logrado retenerlos.

Los supervisores no han tenido la misma suerte.

Según el Centro, hay directores de Recursos Humanos que coinciden en “que se les hace cada vez más difícil conseguir buenos supervisores”.

“Existen mayores incentivos y menos responsabilidades si permanecen como unionados”, concluyó el estudio.

El objetivo de la investigación fue identificar oportunidades de aumentar la productividad gubernamental.

Dieciocho agencias fueron encuestadas: siete departamentos y once corporaciones públicas, que reúnen el 77% de los empleados públicos de la Rama Ejecutiva.