YANGON, Mianmar.-  El presidente de Mianmar promulgó una ley que requiere que algunas madres tengan hijos con un espacio de por lo menos tres años, a pesar de las objeciones de activistas que temen que la nueva medida sea utilizada no sólo para reprimir a las mujeres, sino también a las minorías religiosas y étnicas.

La iniciativa —elaborada bajo la presión de monjes budistas de línea dura con una agenda firmemente antimusulmana— fue aprobada por los parlamentarios el mes pasado.

El presidente Thein Sein promulgó la ley el martes, pero la noticia fue revelada por los medios estatales el sábado, un día después que el subsecretario de Estado estadounidense Anthony Blinken advirtiera durante una reunión con funcionarios sobre los peligros potenciales de la medida.

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Hace cuatro años, la predominantemente budista Mianmar comenzó a moverse de la dictadura a la democracia. La recién descubierta s libertad de expresión reveló la profunda intolerancia con la minoría musulmana, entre ellos los musulmanes de la etnia rohingya, que han llegado a las costas del sudeste asiático en barcos desvencijados y abarrotados de migrantes.

Muchos huyen de la persecución y la violencia que ha dejado hasta 280 muertos y ha obligado a otros 140,000 a huir de sus hogares en el estado occidental de Rakhine.

Los desplazados viven en condiciones de apartheid en campamentos atestados, polvorientos y con poco acceso a la educación o la atención médica adecuada.

También tienen poca libertad de movimiento y deben pagar sobornos si quieren pasar las barricadas de la policía, incluso para casos de emergencia.

La ley de población —que no contempla medidas punitivas— dará a las autoridades regionales la facultad de aplicar las directrices de espaciamiento entre nacimientos en las zonas con altas tasas de crecimiento poblacional.