Ante la degradación de la tormenta tropical Gabrielle y su distanciamiento de Puerto Rico, el gobernador Alejandro García Padilla levantó este jueves la emergencia que había decretado para la Isla, y anunció que las operaciones del Gobierno y las clases en el sistema público se restablecerán el viernes.

Sin embargo, el primer ejecutivo exhortó a no bajar la guardia, e informó que el Centro de Operaciones de Emergencias se mantendrá activo, al menos, hasta las 5:00 p.m. ante la actividad de lluvia que se espera debido al paso de la ahora depresión tropical por el Caribe.

García Padilla indicó que, al mediodía, se dejarían sin efecto la orden de congelación de precios que estableció el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) y la Ley Seca, que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas.

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"No vamos a bajar la guardia, con la vida de la gente no se juega, y mi responsabilidad como gobernador es proteger la vida y la propiedad de la gente", manifestó durante una rueda de prensa en la sede de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead), en Hato Rey.

"De lo que se trata es de ser prudentes, de ser responsables para evitar tragedias y evitar asuntos que lamentar. Mucho del comercio abrió hoy, alrededor de una cuarta parte del Gobierno, sin contar los municipios, estuvo operando", añadió al rechazar que su determinación para cesar las operaciones en el Gobierno haya sido precipitada.

La Judicatura y la Universidad de Puerto Rico también retomarán sus labores el viernes, y  se reanudarán las visitas en los complejos correccionales.

Según el Centro Nacional de Huracanes, a las 11:00 a.m., la depresión tropical se encontraba en la latitud 17.5 Norte y la longitud 68.1 Oeste, con vientos máximos sostenidos de 35 millas por hora, y se desplazaba hacia el noroeste a una velocidad de 9 millas por hora.

El director del Servicio Nacional de Meteorología (SNM), Roberto García, reiteró que, aunque se haya dejado sin efecto el aviso de tormenta tropical, toda la Isla se mantiene bajo una vigilancia de inundaciones repentinas.

"Se ha degradado a depresión, pero el impacto sigue siendo el mismo en la cantidad de lluvia que se puede esperar", destacó García.

El director del SNM dijo, además, que hasta las 8:00 a.m., se habían registrado precipitaciones de entre 3 y 5 pulgadas en la región Este y Sureste, y se esperan entre 2 y 6 pulgadas adicionales.

García Padilla resaltó que el 25% de los empleados gubernamentales, equivalente a 36,424 funcionarios, se reportó en sus puestos, y que el sector privado operó casi en su totalidad, lo que "atenuó" el impacto económico que tendría el estado de emergencia decretado.

Hasta el momento, hay nueve refugios abiertos en el país, pero solo dos se están utilizando. En Ponce, se reportaron 10 refugiados, y uno en San Juan.

El director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Juan Alicea, indicó que cerca de 2,700 clientes se quedaron sin servicio eléctrico, y señaló el pueblo de Aguas Buenas como el más afectado.

En tanto, el presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, Alberto Lázaro, dijo que 2,400 abonados estuvieron sin servicio de agua potable.