Un proyecto senatorial que ordena a las escuelas públicas y privadas del país a establecer un protocolo para garantizar un acomodo razonable y adecuado a los estudiantes que son pacientes de diabetes tipo 1 y tipo 2, recibió este lunes amplio apoyo de entidades y de parientes de menores con esa condición.

La medida, que es evaluada por la Comisión de Educación, Formación, y Desarrollo del Individuo del Senado, fue endosada por Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED), el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico y el Consejo de Educación.

También ofrecieron su endoso los abogados Keila Colón Hernández y Manuel Guzmán González, cuyo hijo padece de diabetes tipo 1 desde los 22 meses de nacido, y quienes ofrecen servicios legales gratuitos a niños con esa condición que son discriminados en el ambiente escolar, y que ofrecen además orientaciones y adiestramientos a padres y personal escolar sobre el tema a través de la Fundación Pediátrica de Diabetes.

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Otra madre, Laura Vélez Vélez, en este caso de una niña de 10 años diagnosticada con diabetes, también apoyó la medida y señaló que “como padre entiendo que los mecanismos establecidos en el proyecto ayudarán a nuestros niños a manejar su condición con el apoyo de un adulto durante las horas de escuela”.

Igual endoso ofreció el estudiante diabético de 14 años Diego Campanero, quién estudia en la Escuela Reverendo Félix Castro de Villa Carolina y que explicó ante la Comisión los problemas que enfrenta un niño o joven con esa condición en el ambiente escolar.

“A veces en el salón ni me dejan sacar la máquina para verificar mis niveles (de azúcar), porque supuestamente interrumpo. Una vez saqué una merienda, porque sentía el bajón de azúcar y la maestra me la quitó”, explicó Diego ante el asombro de los legisladores.

 El proyecto fue radicado por el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, a petición de un grupo de organizaciones que impulsan este apoyo institucional para estos estudiantes.

Establece la legislación que “la institución escolar estará obligada a realizar todas las gestiones necesarias para asistir al estudiante y cumplir con el Plan Escolar de Manejo de Diabetes y el Plan de Manejo Médico de Diabetes”.

Dispone además que la misma “tendrá un personal adiestrado en diabetes que asistirá al estudiante en el manejo de su diabetes y estará disponible en toda actividad curricular y extracurricular del estudiante”.

Prohíbe específicamente “la discriminación por razón de la enfermedad de diabetes tipo 1 y tipo 2 a cualquier estudiante. Todo estudiante con diabetes tipo 1 y tipo 2 que esté debidamente matriculado en una institución escolar tendrá derecho a la participación plena en las actividades del plantel escolar, curriculares y extracurriculares, por lo que a tales efectos se le brindarán los acomodos que el estudiante necesite para garantizar que reciba el manejo adecuado de su condición de diabetes”.

Responsabiliza a los padres, encargados o tutores de un estudiante con diabetes tipo 1 y tipo 2 de notificar al director(a) escolar que su hijo padece de la condición y solicitar una “Reunión Escolar” en la que se solicita que se redacte y cumpla el Plan Escolar de Manejo de Diabetes. Este último es el que incluye las instrucciones escritas del proveedor de salud, para atender la condición.

Ordena por otra parte al director(a) escolar escoger no menos de dos personas voluntarias para asistir y manejar la diabetes del estudiante y éstos serán denominados como el Personal Escolar Adiestrado. De no haber personas voluntarias, la institución escolar contratará el personal necesario para cumplir con esta ley, sin cargo adicional para los padres, encargados o tutores.

“Las personas voluntarias escogidas para asistir y manejar la diabetes del estudiante, que no sean profesionales de la salud, recibirán un adiestramiento respecto al manejo de la diabetes, que incluirá el monitoreo de glucosa, administración de insulina y glucagón, reconocer y tratar hipoglucemia e hiperglucemia, revisar niveles de acetonas, familiarizarse con el equipo de monitoreo de diabetes, reconocer los posibles efectos adversos de niveles de glucosas altos y bajos y realizará el manejo necesario de la diabetes del estudiante en la escuela, cuando el estudiante no pueda realizarlo por sí sólo o no esté autorizado para ello por su proveedor de salud”, dispone.

En su ponencia el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico recordó que la diabetes es la tercera causa de muerte en la Isla y estimó que hay más de 7,500 niños ya diagnosticados con esa condición.

La cifra, aclaró el presidente de la entidad, Víctor Ramos, no es una estadística oficial, sino el resultado de un censo que se realizó en el 2014 sobre población pediátrica diabética en el país.

Lamentó que, a pesar de la importancia de este asunto “escasean los datos estadísticos necesarios para establecer un panorama claro en cuanto a la incidencia de esta condición en la población”.

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