¡Qué clase de juego! Un final dramático que elevó la alegría de la gente en las gradas que desde el inicio del partido  solo daba muestras de cariño para despedir a Luis “Wicho” Figueroa.

El jugador del cuadro cerró anoche un capítulo de su carrera al completar su decimotercera Serie del Caribe. Sí, ese guerrero de mil batallas dice adiós al béisbol.

Un inatrapable de Danny Ortiz entre el jardín izquierdo y central trajo al plato la carrera del gane para que los Cangrejeros terminaran su participación en el Clásico Caribeño con una victoria 3-2 sobre los Gigantes del Cibao de  República Dominicana.

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El batazo dejó en el círculo de espera a Figueroa, quien se fue anoche de 3-2 con dos carreras anotadas.

Definitivamente, será una noche que Figueroa no olvidará.  La fanaticada respondió al llamado que hizo muy temprano en el día en las redes sociales. El estadio estaba lleno, había 18,747 amantes del béisbol en las gradas, aun cuando la novena boricua estaba eliminada del torneo.

“Me retiro y estoy bien bendecido. Dios me dio salud y fortaleza para jugar todos estos años. Fue una carrera preciosa con muchas bendiciones”, señaló Figueroa luego del partido.

Todos lo  ovacionaron  en cada turno y corearon su nombre al unísono en un sinnúmero de ocasiones.

Luego de quitarse el casco para saludar al público, conectó un potente doble al jardín izquierdo en la tercera entrada. La algarabía  en los fanáticos hizo una pausa para abrirle espacio a  el  cántico de “¡Wicho, Wicho, Wicho!”.

 El homenaje podía erizarle la piel a todo aquel que lo escuchaba, sobre todo luego de anotar  la primera carrera de Puerto Rico producto de otro un de Enrique “Kike” Hernández en el mismo episodio.

Mira aquí el día de juego en imágenes.

Un cuadrangular de Maikel Franco al jardín izquierdo acabó con el partido sin hits ni carrera que había llevado el abridor cubano Jorge Martínez. De paso, empató el pizarrón 1-1.

Martínez tan solo permitió una carrera con 96 lanzamientos en seis entradas y un tercio. Ponchó a siete bateadores.

Pero el empate duró poco.  Figueroa volvió a la carga con un sencillo en la quinta entrada y posteriormente anotó en un batazo de Reymond Fuentes para el 2-1.

Sin embargo, a los Cangrejeros se les cayó el  juego luego de dos outs en la novena entrada. El relevista  Fernando Cabrera ponchó a los primeros dos bateadores, pero confrontó problemas con Elián Herrera, quien conectó un doble por regla que avivó a los cientos de fanáticos dominicanos que habían estado silenciados desde el quinto episodio.

Herrera adelantó  a la antesala con un balk y luego anotó con un batazo de Franco que no pudo ser atrapado por Fuentes en el jardín central para el 2-2.

Al final del desafío,  Figueroa saludó a los fanáticos, quienes no se movieron de sus asientos hasta que él volvió a entrar en el clubhouse. También fue bautizado en la victoria por Fuentes, quien le tiró un balde con hielo cuando se despedía del público en la primera base.

El cántico de “Wicho, Wicho, Wicho” quedará en la memoria colectiva de todos aquellos que celebraron sus grandes hazañas.