MANCHESTER, Nueva Hampshire, EE.UU. (AP) — Los aspirantes a la candidatura republicana a la presidencia exhortaron a tomar medidas agresivas para detener la inmigración no autorizada al reunirse el lunes en Nueva Hampshire para presentar sus puntos de vista antes del primer debate de las primarias rumbo al 2016.

Todos salvo tres de los 17 precandidatos republicanos estuvieron presentes en lo que en esencia fue un ensayo del debate, que —a diferencia del evento a realizarse el jueves en Cleveland, el cual será televisado a nivel nacional y sólo incluirá a los 10 punteros en las encuestas— en éste podía participar el que quisiera.

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Sin excepción, los candidatos dirigieron sus críticas al Partido Demócrata y no contra sus compañeros en el debate de dos horas en el que abundaron las coincidencias entre ellos. Pero nadie mencionó al candidato que ha generado más atención de los medios antes del debate del jueves, el millonario Donald Trump, quien declinó participar en el encuentro del lunes pero se prepara para estar en el del jueves.

Rick Perry, exgobernador de Texas que podría no clasificar para el próximo debate formal, señaló que el flujo de inmigrantes es "una herida grave".

"Se quiere contener el flujo", dijo mientras sus rivales republicanos lo miraban desde la primera fila en un abarrotado auditorio de la Universidad St. Anselm. Sobre los inmigrantes que llegaron con visa vigente que ya expiró, Perry atacó: "Uno va, los encuentra, los recoge y los manda a su lugar de origen".

Rick Santorum, exsenador de Pennsylvania, fue más lejos y exhortó a que haya una reducción de un 25% de los inmigrantes de baja preparación que llegan sin permiso al país.

"Todo el mundo evade el tema. Pero yo voy a defender al trabajador estadounidense", declaró Santorum.

Entre los participantes del lunes había siete gobernadores o exgobernadores, cuatro senadores, una empresaria, un neurocirujano retirado y un exsenador. El multimillonario Donald Trump, quien ha dominado las encuestas republicanas en las semanas recientes, es uno de los tres candidatos de alto perfil que decidieron no asistir.

Trump, quien lanzó su campaña presidencial diciendo que los inmigrantes mexicanos eran violadores y criminales, declinó la invitación al evento en Nueva Hampshire. Mencionó que el periódico local que lo había organizado lo criticó, pero se espera desempeñe un papel importante en el debate formal del jueves, donde solo estarán los 10 aspirantes del partido que se encuentren adelante en las preferencias del público, lo cual será dictaminado con base en los resultados de las encuestas a nivel nacional.

El evento del lunes fue transmitido en vivo por C-SPAN y televisoras locales en Iowa y Carolina del Sur, estados que, junto a Nueva Hampshire, albergarán las elecciones primarias en febrero próximo.

El foro de Nueva Hampshire se da en medio de nuevos acontecimientos con alto contenido político.

Justo una hora antes de que comenzara, el Senado bloqueó una propuesta republicana para retirarle fondos federales a Planned Parenthood, reavivando un debate sobre temas sociales, mismos que algunos funcionarios republicanos esperaban evadir en 2016.

Tres de los cuatro senadores que participaron en el evento —Marco Rubio de Florida, Ted Cruz de Texas y Rand Paul de Kentucky— lo hicieron vía satélite desde los estudios en Washington de C-SPAN, para no perderse la votación en el Senado.

Es un tema de debate bienvenido para los demócratas, que ven a la mujer — especialmente a aquellas que están casadas — como un factor fundamental en favor de ellos en 2016. La principal precandidata demócrata a la presidencia, Hillary Rodham Clinton, quien aspira a convertirse en la primera presidenta en la historia del país, criticó los ataques a Planned Parenthood durante un video presentado poco antes de que comenzara el foro republicano.

"Si esto parece un ataque a gran escala contra la salud de las mujeres, es porque lo es", dijo Clinton en el video en el que criticó por su nombre al exgobernador de Florida Jeb Bush; al exgobernador de Wisconsin Scott Walker, y al exgobernador de Texas Rick Perry.

Rubio, quien alguna vez se pronunció a favor de la renovación de la política migratoria de Estados Unidos, dijo que los estadounidenses quieren que se finalice la construcción de una valla en la frontera y más agentes fronterizos antes de hablar de qué se hará con los 11 millones de inmigrantes que residen en el país sin autorización.

Bush dijo que la renovación del sistema migratorio del país es un punto clave de su plan para hacer que la economía crezca 4% cada año. También llamó a reducir la inmigración legal, especialmente la de las personas que reciben autorización para reunirse con sus familias en Estados Unidos.