LOS ANGELES - La delegación de Puerto Rico que verá acción en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales llegó hoy, viernes, a esta ciudad proveniente de San Diego, donde compartió con atletas de otros países durante un intercambio cultural de bienvenida.

Aunque el cansancio es evidente en sus rostros, también salta a la vista la emoción que sienten por encontrarse ya en territorio de competencia.

Los mayor parte de la representación boricua –natación, aguas abiertas, atletismo, baloncesto, bochas y boliche- se aloja en la Universidad del Sur de California (USC). Los demás están hospedados en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

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“Hemos estado bien, aparte del cansancio que conlleva un viaje como el que tuvimos, aproximadamente 24 horas viajando (de Puerto Rico a San Diego). Y el primer día fue un poco tedioso, compleja la transportación, pero creo que dentro de esa dinámica difícil este grupo levantó el espíritu y ha tenido un ambiente positivo, hemos disfrutado y la hemos pasado bien”, expresó el jefe de misión de Puerto Rico, Angel Arroyo, quien está a cargo del grupo en la USC.

La subjefa de misión y persona al mando en UCLA, Mayra Meléndez, coincidió con su colega.

“Los atletas están súper bien, están un poco cansados porque tuvimos tres días intensos de actividades, pero hoy pueden descansar y mañana (sábado) también. Aunque, los tenistas mañana tienen “divisioning””, dijo Meléndez en referencia a las evaluaciones iniciales que realiza la organización para determinar si los atletas están ubicados en los niveles correspondientes a su desempeño.

El compromiso grande del grupo es mañana a partir de las 6:00 p.m., cuando inicie la ceremonia de apertura de los juegos de verano de Olimpiadas Especiales en el Memorial Coliseum.

La delegación puertorriqueña viajó a California el martes y pasó el miércoles y jueves en San Diego, donde fueron a un centro de entrenamiento de atletas de Estados Unidos, tuvieron un “tour” en trolley por la ciudad, cenaron y prendieron una fogata en la playa, y asistieron a un juego de béisbol entre los Padres y los Marlins.

En ese partido, se seleccionó un representante de cada país para bajar al terreno de juego y recibir el aplauso del público, y por Puerto Rico fue el nadador Ricardo Aponte.

“Nos trataron muy bien y ellos disfrutaron mucho”, comentó Meléndez sobre la experiencia en San Diego.

Mientras los atletas se acomodaban en sus respectivos cuartos y exploraban el que será su hospedaje por las próximas dos semanas, Arroyo coordinaba las reuniones que sostendrían esta noche los entrenadores de las nueve disciplinas en que la Isla tendrá participación junto a los organizadores. Ahí se discutirían las reglas de cada deporte.