Las manos sirven para explorar el mundo, pero en cuanto a gérmenes se refiere están más llenas que el kiosco de bacalaítos en las fiestas patronales. Y es que tocamos y tocamos pero, rara vez, nos acordamos de que tenemos que lavarlas bien.

Los más concienzudos (y decentes) nos lavamos las manos cada vez que vamos al baño o trabajamos en la cocina, por ejemplo. Pero no todos tienen por qué tener nuestros hábitos de limpieza y… bueno, no seguimos por aquello del asco. 

Tener hand sanitizer en la cartera o el escritorio es una alternativa cuando no hay agua y, por supuesto, ahora con la sequía es casi un requerimiento. Pero se sabe que no matan todos los gérmenes y, si no lo usas con la frecuencia que debieras, no es mucho lo que estás protegiéndote. Dentro de este panorama, la revista Men’s Health menciona varios sitios del cuerpo que no debes tocar con las manos porque, literalmente, te estás arriesgando a infecciones o, peor aún, a una visita la hospital.

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Los oídos: Se ha dicho hasta el cansancio que los palitos con algodón en la punta no se deben NUNCA introducir en el oido, pero no falta quien se rasca con los dedos. El impulso de rascarte el oido puede ser señal de una infección, resequedad o hast eczema, por lo que debes ir a un otorrino para descartar cualquier problema de salud.

El trasero: Si, hay quien se rasca sin pudor, pero de ese cuídate y aléjate. Y si eres tu el del mal hábito, hazle un favor a la Humanidad y lávate las manos enseguida. El tracto digestivo está lleno de bacterias que pasan luego a las manos, y así a cualquier superficie que toques. Por favor, no lo hagas.

La cara: Si tus manos están sucias, pasarás esas bacterias a la piel de tu rostro, ojos o mucosas y, con suerte, lo que te saldrá es una espinilla pero, con casi total seguridad, como mínimo te contagias de monga. NO te pongas las manos en la cara a menos que sea para lavarla o aplicar productos. 

La boca: Un estudio hecho en Reino Unido encontró que la gente aburrida se mete los dedos o toca la boca al menos 23 veces cada hora y, hasta cuando estás ocupado, lo haces al menos seis veces por hora. O sea, que lo que anda en tus manos termina dentro de ti; de hecho, el mismo estudio encontró que nos tragamos al menos el 25% de los gérmenes que tenemos en los dedos. Basta, mejor compra chicle o toma valeriana para calmar los nervios.

Debajo de las uñas: Muchas personas se limpian las uñas… con otras uñas. Si vemos sucio tratamos de sacarlo, a veces creando fisuras microscópicas por las que entran bacterias que pueden provocar infecciones y hongos. Las uñas deben mantenerse cortas y cepillarse suavemente a diario con jabón para evitar que acumulen sorpresitas.