El consumo de estatinas -medicamentos para reducir el colesterol- estaría alterando el ánimo de los pacientes, aunque con un importante sesgo de género. 

Mientras las mujeres se ponen más irritables, los hombres tienden a calmarse. Así lo revela un estudio que muestra que estos fármacos tienen un mayor efecto en las mujeres de más de 45 años, las que antes no se habían mostrado agresivas. La razón para que esto suceda no está clara, pero en el caso de las mujeres influiría el que duermen menos, mientras que los hombres se beneficiarían de menores niveles de testosterona.

La estatinas están entre los medicamentos más prescritos en los países desarrollados. Para la doctora Beatrice Golomb, autora principal del estudio de la U. de California, en San Diego, la relación entre estatinas y violencia era un misterio. El estudio fue realizado en más de mil hombres y mujeres posmenopáusicas que tomaron estatinas o placebo por más de seis meses. Los resultados se publican en la revista PLOS.

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