El ex gobernador Carlos Romero Barceló sostuvo hoy, jueves, que no cederá su escolta porque “es un derecho adquirido”, aunque reconoció que el gobierno atraviesa por uno de sus momentos más difíciles.

Romero Barceló se reunió con el gobernador Alejandro García Padilla, pero dijo que no podrían trabajar en conjunto porque tienen diferencias de visión de lo que es el gobierno.

“Es un gobernador que tiró la toalla. Yo jamás tiraría la toalla. Que no se siga apretando al pueblo”, sentenció el ex dirigente del Partido Nuevo Progresista (PNP) a su llegada a La Fortaleza.

“Él (García Padilla) es una persona muy agradable, pero tenemos una diferencia muy grande en la visión de lo que es el gobierno y en cómo él actúa. Yo no creo que los gobiernos se hicieron para perseguir al ciudadano con contribuciones y llevarlo a la ruina como está ocurriendo ahora. Creo que hay que darle para atrás a las cosas que se han hecho y se debe imponer la contribución a quien puede pagar”, sostuvo Romero Barceló.

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Indicó que aunque García Padilla acogió con “apertura” sus propuestas de aumentar las contribuciones a las empresas foráneas y de reducir los gastos del Gobierno, no espera que cambie de opinión. “No veo que vaya a cambiar por los asesores que tiene, mientras tenga a Melba Acosta y a otras personas no va a haber ningún cambio de esa naturaleza…En el trato personal nos llevamos muy bien, pero estamos bien separados en lo que debemos hacer por Puerto Rico y trabajar en conjunto va a ser sumamente difícil”, dijo Romero Barceló.

Sostuvo que hay que reducir el presupuesto y los gastos del Gobierno central, pero “no puede hacerse desde Fortaleza” sino “across de board y que todo el mundo baje un 10%”.

Dijo que su único punto de coincidencia con García Padilla es que no se tocará el salario mínimo federal y en “el hecho de que Puerto Rico está atravesando uno de los momentos más difíciles”.

Romero Barceló reclamó haber sido el único ex gobernador, después de don Luis A. Ferré, que redujo “la relación de la deuda” al producto bruto estatal. “No acepto ninguna responsabilidad en esto (la crisis)”, sentenció para recalcar que cuando culminó su término al mando del país, en 1984 entregó el Gobierno en “cero déficit”. En su segundo cuatrienio como gobernador, Puerto Rico experimentó una severa recesión en 1982 y se registró un alza en el desempleo. Poco después Romero Barceló encaró una división en el PNP que llevó a una facción estadista a crear el Partido de la Renovación Puertorriqueña (PRD) encabezado por el doctor Hernán Padilla.

¿Está dispuesto a renunciar a la escolta?, preguntó a Romero Barceló un reportero de televisión.

“¿Por qué?, le replicó el ex gobernador. “Y los jueces del Supremo están dispuestos a renunciar a su retiro de 100 por ciento. Saben de cuánto es mi pensión, es de $25 mil. Deben reducírselo (el retiro a los jueces asociados) por lo menos a 75%. Entonces podemos hablar”, dijo el veterano político. 

“Ese es un derecho adquirido… Me he ganado un derecho y además eso fue lo que me dijeron cuando yo salí electo”, insistió.

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Antes del encuentro con Romero Barceló, García Padilla estuvo reunido por más de una hora con los presidentes del Senado, Eduardo Bhatia y de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló, así como con los vicepresidentes, portavoces y presidentes de las comisiones de Hacienda y de Gobierno de ambos cuerpos legislativos.

Perelló, en declaraciones a la prensa al salir del cónclave, dijo que le pidió a García Padilla que amplíe el comité de trabajo que elaborará el plan de ajuste fiscal para que incluya a otros sectores del país. El líder de la Cámara baja indicó que el Primer Ejecutivo acogió su solicitud.

“Es importante que se amplíen los sectores que van a estar trabajando en el plan a cinco años. El gobernador entendió que todos los sectores con los que ha estado reuniéndose van a tener participación en los planes para atender esta situación”, indicó Perelló.

Añadió que aprobarían legislación para “dar certeza a que los acuerdos continúen y no cambien con el vaivén político”.

Dijo también que “no hay espacio para divisiones” y sostuvo que “están trabajando mano a mano” con el gobernador. “Nos llama la unidad de propósitos. No puede haber una división pequeña porque la deuda pública nos llama a atender cada paso”, afirmó.