El Departamento de Agricultura de Puerto Rico, con el apoyo de su contraparte federal, que ya envió a la Isla un grupo de sus técnicos, mantiene continua vigilancia en la zona suroeste del país ante la posibilidad de que aparezca nueva evidencia de la presencia allí de la peligrosa mosca frutera, luego que se certificara la aparición de dos de estos insectos en Cabo Rojo en dos fechas distintas del pasado marzo.

El sub secretario de Agricultura, Francisco Aponte, afirmó este martes ante una comisión legislativa, que hasta el presente no se han encontrado nuevos especímenes de la mosca, a pesar de que se han colocado cerca de 500 trampas en el área para capturarlas.

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“Si ya hay una población establecida en el área, tendríamos que haber encontrado individuos nuevos y no hemos encontrado ninguno”, sostuvo Aponte ante la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes.

La detección de los dos ejemplares de la mosca en el área ocurrieron el 4 y el 19 de marzo pasados y la notificación oficial se le hizo al Departamento de Agricultura el pasado miércoles 1 de abril en horas de la noche, luego que pruebas de laboratorio confirmaron que se trata de la mosca del mediterráneo, nombre con el que también se conoce a este insecto.

“En estos momentos el Departamento de Agricultura trabaja con el USDA-APHIS (Animal and Plant Health Inspection Service), la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Desastres, el Departamento de Salud, el Servicio de Extensión Agrícola, la Junta de Calidad Ambiental, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, el Colegio de Ciencias Agrícolas y el alcalde de Cabo Rojo para establecer el protocolo de control y erradicación de la mosca del mediterráneo y evitar que esta se pueda diseminar a través de toda la Isla”, indicó Aponte.

Informó a la Comisión que se ha delimitado una zona de vigilancia en el municipio de Cabo Rojo donde USDA-APHIS ha puesto unas 500 trampas para monitorear el área.

La directora de la Secretaría Auxiliar de Integridad Agrocomercial del Departamento de Agricultura, Carmen Oliver, sostuvo por su parte, que los equipos técnicos locales y los que envió agricultura federal realizan dos reuniones al día para evaluar todo lo que ocurra en el área bajo vigilancia.

Se adelantó además que se están realizando las gestiones correspondientes con la agencia federal de protección ambiental (EPA) para obtener su autorización para el uso de un plaguicida sugerido por los técnicos visitantes. Ese proceso, indicó Aponte, podría tomar cerca de una semana y el plaguicida se utilizaría solo si fuera necesario por la detección de otros ejemplares de esta mosca en el área.

Ambos funcionarios coincidieron con el presidente de la Comisión, el representante César Hernández, que de confirmarse la existencia de nuevos ejemplares de este destructor insecto y extenderse su presencia a otras regiones del país, se produciría un fuerte golpe a la agricultura puertorriqueña y las exportaciones de productos agrícolas locales.

“Si esto se propaga nos van a colocar en cuarentena la Isla entera”, sostuvo Aponte.

Hernández advirtió, por su parte, que “si no detenemos esta plaga ponemos en juego toda la seguridad alimenticia del país y todo lo avanzado en nuestra agricultura”.

El presidente de la Asociación de Agricultores, que también compareció a la audiencia cameral, reclamó que la orientación que se está ofreciendo a los agricultores del área afectada se extienda a toda la Isla para que estos conozcan sobre los planes de control.

“Es importante que se preste atención al problema para que no suframos los estragos que otros sectores agrícolas han sufrido cuando han sido atacados por enfermedades nuevas en la región”, sostuvo el portavoz de los agricultores, Héctor Iván Cordero.