Con la intención de promover un diálogo que impulse un verdadero sistema contributivo que  le haga justicia a los componentes de la sociedad, la organización Cumbre Social en colaboración con la Fundación por un Mejor País celebró el foro “La Reforma Contributiva que queremos: equidad, participación y desarrollo”, plataforma que dejó al descubierto no sólo las lagunas que existen referente a la implantación de un Impuesto de Valor Añadido (IVA)  sino que , más importante aún, reveló que existen otras alternativas que valdría la pena fueran evaluadas por el Gobierno. 

Una de las alternativas en la que coincidieron algunos de los panelistas es en probar lo que sería el modelo del IVA, pero no mayor a un 7%. 

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En el  foro, en el que participaron economistas y contadores público autorizados, se levantaron varias preocupaciones por los diversos participantes sobre lo que sería el nuevo impuesto, según presentado por el Gobierno:

-No contempla un Impuesto a la propiedad.
-Disminución de tasas contributivas a las empresas.
-Elimina las planillas
-IVA se convierte en la principal fuente de ingresos del Estado.
-Le quita carga contributiva a las corporaciones.
-Aumenta el costo de vida y se le pasa la carga fiscal al consumidor.
-Amenaza la supervivencia de los pequeños y medianos comercios.
-Encarece los costos de hacer negocio y la prestación de algunos servicios. 

Para el economista Alejandro Silva Huyke  “no hay ninguna categoría de ingresos que vaya a salir mejor con este impuesto”, tanto bajo el modelo que está presentando el Gobierno como lo que presentó en su informe  la firma de contabilidad KPMG. “Mientras tanto, las corporaciones se les reduce la carga contributiva, fundamentalmente por la eliminación de la patente nacional…”, planteó. 

“En cualquier categoría de ingresos  la carga contributiva va a ser mayor bajo cualquiera de los escenarios que están planteados”, sostuvo. 

Para Silva Huyke existen varios componentes esenciales para una reforma contributiva integral en beneficio del pueblo:

-Reestructuración de la deuda y las prioridades del gasto público.  Para ello es necesario, por ejemplo, se debe limitar a lo estrictamente necesario el desarrollo de nueva infraestructura.
-Sustituir la patente nacional por un impuesto especial a las megatiendas.
-Aumentar la responsabilidad contributiva de las empresas incentivadas.
-Transición a un IVA no mayor de un 7%.
-Condicionar los decretos de exención contributiva a un análisis de costo-beneficio.

En el foro también estuvo presente la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien persistió en su oposición al modelo debido, entre otras cosas, porque no se ha dicho qué pasará con el 12% de ese 16% que se pretende imponer al pueblo. “El secretario de Hacienda no me supo explicar a mi exactamente cómo iban a utilizar ese 16% y si no sabemos para qué lo vamos a usar, cómo vamos a poder administrarlo”, señaló al destacar que una de las medidas posibles para evitar el caos es subir el nivel de captación del IVU de inmediato.  

“No es fácil el dilema que  tenemos de frente, mi contención en las últimas semanas ha sido que el IVA es buena para el gobierno y malo para la gente porque nos vamos a acostar un día y al otro día el costo de vida va a ser por lo menos un 20 o 25% menos”, mencionó. 

Sostuvo que la solución es unir las voces como se hizo un momento con Todo Puerto Rico por Puerto Rico fuera de líneas partidistas y con el objetivo en  común de echar a Puerto Rico hacia adelante, dijo la Alcaldesa. “Si no nos unimos, nos hundimos”, apuntó. 

Otros de los exponentes fueron los economistas Alejandro Silva  y Heriberto Martínez, así como el doctor Juan Alberto Fuentes Knight,  ex director de Desarrollo Económico de la Organización Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien hizo un resumen sobre el impacto del IVA en América Latina y cómo ha funcionado.