La implementación de un Impuesto al Valor Agregado (IVA) con una tasa única de 16% genera opiniones variadas entre productores de teatro, ballet, zarzuela y ópera, que han identificado beneficios y desventajas en la pieza principal de la reforma contributiva propuesta por el Ejecutivo.

En tiempos de estrechez económica que les obliga a hacer malabares para lograr pagar nómina, utilidades y alquiler de locales, y a depender muchas veces de los recaudos en taquilla para recuperar la inversión, el asomo de un nuevo impuesto mayor al actual Impuesto sobre las Ventas y el Uso (IVU) de 7% podría provocar espanto. Y aunque ese es el efecto en algunos, otros ven en el cambio tributario áreas de oportunidad.

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Orlando Carreras, director ejecutivo de Ballets de San Juan, entiende que el IVA disminuirá la asistencia de público a los shows.

“El impacto va a ser bien fuerte. Desde la perspectiva del público hay dos situaciones: el que tiene la sensibilidad y gusta de ir a este tipo de espectáculo no va a poder pagarlo, y el que está desarrollando interés en asistir se ve con que tiene que recortar gastos y va a desistir de ir”, expuso Carreras este martes por la noche durante el conversatorio “Retos en la producción de espectáculos en Puerto Rico, efectuado en el Teatro Coribantes en San Juan y que forma parte de una serie de conversatorios que celebran mensualmente en ese recinto para compartir impresiones sobre los asuntos que tocan directamente a la industria del espectáculo.

Con él coincidió Raymond Gerena, de Casa Productora.

“Con el IVA de 16% ahí sí te digo yo que se va a poner la cosa bien mala. La gente tiende a recortar gastos por el entretenimiento. Si nos ponen ese impuesto, me asustaría mucho qué va a pasar con nuestro teatro. Mis boletos nunca pasan de $35 con el IVU incluido precisamente para que la gente pueda ir. Entiendo que con el IVA sería bien cuesta arriba”, planteó el productor que recientemente presentó la obra Las verdaderas Housewives de Puerto Rico.”

En el bando de los optimistas se encuentra Carlos Carbonell, director artístico de Opera de Puerto Rico. Su posición responde a que, a su juicio, desde que se enmendó el año pasado la Ley 108, el precio de las taquillas de espectáculos que se realizan en recintos públicos ha bajado. Las enmiendas al estatuto eliminaron los boletos gratuitos para las personas mayores de 75 años, aumentaron a 65 años la edad para obtener un descuento de 50% y dispusieron que solo se reservará el 5% de los boletos de las salas para los descuentos.

“Probablemente, con IVA y todo, a la persona promedio le salga más barata la taquilla para un espectáculo de ópera de lo que le salía antes cuando teníamos que cubrirnos tanto (en términos de precio) por la vigencia de esa ley”, señaló Carbonell.

Este indicó que el montaje de una ópera ronda los $200 mil, de los que buena parte se va en el pago de artistas y vestuario.

Rafael Rojas, fundador de Teatro Coribantes, no se opone al IVA, pero sugiere que la tasa sea de 7%.

“Ya nos acostumbramos al IVU, así que cóbrame el IVA, pero déjamelo en 7%”, afirmó.

Julio Sainz de la Maza, de la Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Operetta, se expresó a favor del IVA por entender que no aumentaría significativamente el costo de los boletos e invitó a sus colegas a ser creativos para conseguir llevar gente a los espectáculos a pesar de la precaria situación económica.

“Yo en eso soy positivo. Ahora, debemos preguntarnos qué le vamos a ofrecer a esta gente. Ahí es que entra la creatividad”, manifestó el productor, cuya organización ha buscado nuevos nichos en el público infantil, al realizar alianzas con restaurantes y presentar espectáculos a pueblos con baja oferta de entretenimiento, con resultados exitosos.

Al preguntarles si se han reunido para discutir el impacto del IVA en su industria, Rafael Rojas respondió que no.

“Que yo sepa no ha habido ninguna reunión ni acercamiento con el gobierno. Y de parte de los productores, no hemos hablado. La única expresión al momento ha sido del Colegio de Actores”, dijo Rojas.

Durante el conversatorio, los productores compartieron impresiones sobre el estatus actual de la producción cultural en Puerto Rico, que pasa por momentos difíciles, como otras industrias, debido a lo costoso que resulta presentar un montaje de calidad.

En términos generales, coincidieron en que para subsistir han tenido que recurrir a la contratación de artistas que atraigan público a las salas, aunque cobren altos sueldos. La mayoría dijo inclinarse por temáticas que le alegren la vida al público y la haga reír; y apuestan cada vez más a promocionarse a través de las redes sociales.

También destacaron lo cuesta arriba que resulta conseguir el respaldo económico de la empresa privada y que la accesibilidad que tiene la gente de ver por Internet, desde su celular, todo tipo de espectáculo con artistas de calibre mundial en ocasiones les hace mella.