Las burlas en el lugar de trabajo desmoralizan tanto a las víctimas que las vuelve un “blanco fácil” para más abusos porque la ansiedad que genera un ambiente laboral hostil les limita la capacidad de defenderse.

Según los resultados de un estudio de la Universidad de East Anglia, en Inglaterra, el “mobbing”, que equivale en el trabajo a lo que es el “bullying” en las escuelas, requiere de acciones más enérgicas de los patronos para evitar la proliferación de “bullies” en el lugar de trabajo.

“Este estudio muestra que la relación entre el acoso laboral y su impacto psicológico en la víctima es más complejo de lo que se cree”, manifestó la doctora Ana Sanz Vergel, de la Escuela de Negocios de la Universidad. Los ejemplos de acoso en el trabajo incluyeron ofender y repetidamente excluir socialmente a alguien en un periodo de seis meses.

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“El acoso laboral contribuye a una mala salud porque la víctima es expuesta a una situación bien estresante y queríamos ver si eso convertía al empleado en una presa fácil para el bullying. Por ejemplo, la víctima podía tener menos energía para responder a situaciones difíciles”, expresó Sanz Vergel según reportado en el portal Newswise.

El equipo de investigación, que incluyó a talentos de la Universidad Complutense y la Universidad Autónoma de Madrid, en España, probó su teoría en más de 348 empleados españoles, a quienes se les preguntó sobre sus experiencias de bullying.

El “espiral de abusos” que se alimenta de la la vulnerabilidad de la víctima se convierte entonces, según el estudio, es un círculo vicioso.

“No estamos, de ninguna manera, culpando a la víctima. Claramente, los empleadores necesitan tener políticas fuertes contra el acoso laboral. Pero, crear programas de capacitación podría ayudar a las víctimas a aprender mecanismos de defensa para romper ese círculo”, recalcó la doctora.