San Juan, 16 jun (EFEUSA).- El 84 % de las mujeres adictas a las drogas en Puerto Rico han sido víctimas de algún tipo de abuso emocional y el 73 % de abusos físicos, según datos facilitados hoy a Efe por una organización local que ve una relación directa entre ambos fenómenos.

El Proyecto MUJER, dirigido por la sicóloga Ibis Carrión, trabaja desde hace un año y medio con mujeres de la isla que sufren adicciones a las drogas y ha detectado que la inmensa mayoría de ellas ha experimentado algún tipo de abuso sexual, doméstico o emocional a lo largo de sus vidas.

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En entrevista hoy con Efe, Carrión detalló que "en muchas ocasiones" las mujeres se convierten en adictas tras haber sido víctimas de los abusos de manera "frecuente y por un tiempo prolongado" por parte de alguna persona de su entorno.

"En nuestro proyecto, lo que estamos viendo es que el 100 % de las mujeres a las que tratamos reflejan que han experimentado algún tipo de trauma en el pasado", dijo la directora del Proyecto MUJER, adscrito al Centro de Servicios CONTIGO, de la Universidad Central del Caribe, en Bayamón, municipio colindante a San Juan.

Explicó que el Proyecto MUJER ofrece gratuitamente sus servicios y se dedica a brindar tratamiento para mujeres de entre 18 y 64 años con trastornos por consumo de sustancias adictivas. La gran mayoría de ellas tienen entre 31 y 40 años según detalló Carrión.

Según las estadísticas que han obtenido a partir de la observación de las personas a las que atienden, de todas las mujeres adictas que aseguran haber sufrido maltratos psicológicos, en el 44 % de los casos el ofensor fue su propia pareja.

Igualmente, se observa que el 50 % de las consumidoras habituales de drogas dicen haber sido víctimas de abusos sexuales infligidos por algún familiar o un conocido muy cercano al ámbito familiar.

"Cuando hay situaciones de violencia y los responsables son personas cercanas a la víctima o muestra algún tipo de afecto hacia ella, la experiencia suele ser mucho más traumática y por lo tanto más difícil de superar", aseguró Carrión.

La especialista agregó que el proceso de recuperación depende de cada persona y detalló que el recuperarse no significa necesariamente que se haya dejado de consumir cualquier tipo de sustancia adictiva, sino que se haya disminuido la cantidad que se consume y la dependencia de ellas.

Las participantes deben ser residentes del área metropolitana de San Juan, a quienes se les provee transporte desde su residencia hasta la clínica. Deben tener una cobertura de plan médico limitada y estar dispuestas a participar de un proceso de tratamiento ambulatorio por un periodo aproximado de seis meses.

El Proyecto MUJER está auspiciado por SAMHSA (Substance Abuse and Mental Health Services Administration) del Departamento de Salud federal.

La organización cuenta con un equipo multidisciplinario que incluye psicólogas clínicas especializadas en trauma, consejeras, trabajadoras sociales y especialistas de enlace comunitario.

Sus metas son incrementar el acceso a tratamientos culturalmente apropiados para mujeres con trastornos por abuso de sustancias y reducir la incidencia y contagio de VIH y de Hepatitis B y C entre este colectivo.

El Proyecto MUJER estudia además el impacto que las experiencias traumáticas que pueden tener en el consumo de sustancias adictivas, así como en la práctica de conductas de riesgo para el contagio de VIH y otras enfermedades infecciosas, al tiempo que capacita a las mujeres para que desarrollen estrategias saludables para lograr su recuperación y bienestar. 

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