Jóvenes brillantes provenientes de escuelas públicas, que estudian carreras de mucho reto intelectual en uno los recintos más exigentes de la Universidad de Puerto Rico, repudiaron ayer las expresiones del presidente del Senado, Eduardo Bhatia,  sobre los alumnos del  sistema público de enseñanza.

“Sus comentarios fueron ignorantes. Él no debe hablar así de los estudiantes de Puerto Rico”,  dijo Kenneth Cotto, de Moca, un estudiante de lingüística del Recinto Universitario de Mayaguez (RUM).

Kenneth estudió en la escuela superior Sergio Ramírez de Arellano, de Añasco, y sostuvo que las manifestaciones de Bhatia le causaron sorpresa.


El líder senatorial dijo en una entrevista radial el miércoles que los estudiantes de escuelas públicas “no tienen promedio, ni los exámenes para entrar a la Universidad de Puerto Rico”. Les dijo que no saben la tabla de multiplicar del 9, que no pueden escribir un ensayo, ni hablar correctamente. 

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Por cada escuela pública buena, hay 100 que no son buenas, agregó.

La avalancha de críticas no se hizo esperar, especialmente en las redes sociales. Muchos mostraron su indignación. 

Bhatia reaccionó  ayer a Primera Hora recalcando que su intención es enfrentar el problema del Departamento de Educación “sin paños tibios” y que para él es importante “no dividirnos” en el objetivo de mejorar la enseñanza.

“Hay miles de niños y decenas de escuelas públicas dando una educación de excelencia, mejor que muchas escuelas privadas.  Pero, todos sabemos que hay mucho que mejorar”, insistió  ayer Bhatia. 

Josué Soto, un joven criado en un residencial de Aguada,  sostuvo  que  él es un  ejemplo de todo lo contrario de lo que dice observar el presidente del Senado en la escuela pública. Josué estudió  en una   y terminó en el RUM un bachillerato en historia, para convertirse en maestro.

“Sí me sé la tabla del 9 y sí sé salir adelante; sí llegue a la UPR”, dijo con orgullo.

El joven aguadeño reconoció que hay problemas en el sistema público, pero criticó a  Bhatia porque sus generalizaciones “no son  justas”.

Jobried Amaro es estudiante de sicología y vive en otro residencial en Mayagüez. Le aconsejó a Bhatia estudiar más a fondo el perfil de los estudiantes de la UPR.  Si jóvenes como él logran llegar a la universidad pública,  dijo que es porque cumplen los requisitos.

“Me siento herida porque están discriminando”, lamentó  la estudiante de inglés del RUM, Keyla González, una jovencita de clase media que estudió en la escuela superior Eugenio María de Hostos de la Sultana del Oeste.

Luis Omar de Jesús Martínez podría debatir de tú a tú con Bhatia. “Cuando se tiende a generalizar, cuando se hace ese tipo de comentarios, es para tirarlos y salir corriendo. Es una bola de humo para traer proyectos que están ocultos, como el de privatizar las escuelas”, consignó.

Luis Omar es de Yabucoa y estudió en la escuela de Bellas Artes de Humacao. En el RUM estudia ingeniería industrial.

Al abundar en la controversia, advirtió que la responsabilidad de que la educación sea buena recae en primera instancia en el gobierno;  y también en el Senado que preside Bhatia. “Con esos comentarios se están insultado ellos mismos”, dijo.

Datos de la  UPR apuntan que al  27 de mayo de 2015, los estudiantes admitidos a esa institución son más que los de colegios privados: 55.3% a 43.3%.

Los admitidos a esa fecha eran 7,521 de escuelas públicas contra 5,892 de escuelas privadas. Habían solicitado 9,955 de escuela pública y 7,020 de las privadas.

Yvonne Denis, directora del Programa de Innovaciones Educativas del Recinto de Río Piedras,  y Sandra J. Sánchez, decana auxiliar de Asuntos Estudiantiles de Estudios Generales de ese recinto, indicaron ayer que es un tabú que solo los estudiantes del sistema público lleguen a la UPR con algún tipo de rezago.

Denis dijo que en 2013-2014 se aprobó la Certificación 50, que le permite a estudiantes con dificultades económicas ingresar a la UPR aun cuando les falten puntos en su índice de  ingreso.