El presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló, anticipó este martes que ese cuerpo legislativo no le dará paso al proyecto de reforma contributiva si mantiene el cobro del Impuesto al Valor Añadido (IVA) por los servicios médicos que reciben los pacientes, sin embargo, los profesionales y las instituciones que componen la industria de la salud no recibirían el mismo trato.

A pocos días de que el gobernador Alejandro García Padilla excluyera la educación del cobro del IVA, Perelló indicó que está en conversaciones con el Ejecutivo y con el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, para eximir a los pacientes del pago del impuesto, y dijo que se discuten otras alternativas para mitigar el impacto que tendría ese gravamen en las oficinas médicas, hospitales, laboratorios, y otras entidades, que tendrían que tributar por los costos de renta de sus instalaciones, los servicios profesionales que contratan y los bienes que adquieren.

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“Esta Cámara de Representantes no va a aprobar ningún proyecto que establezca que un paciente tenga que pagar IVA al momento de recibir un servicio médico”, manifestó Perelló al iniciar la vista pública en que la Comisión cameral de Hacienda escucharía los comentarios de representantes de la industria de la salud.

“Lo estamos viendo sector por sector para garantizar que, al final del camino, ese paciente no vea un incremento en su costo por atender su salud porque tú no controlas cuándo te enfermas. No tiene sentido penalizar a un ciudadano porque se enfermó”, añadió el líder cameral.

Explicó que cada componente ligado a la salud tiene sus particularidades, por lo que todavía analizan si la exclusión sería a base de una exención del servicio, en el que no tributaría nada, o mediante una tasa de 0%, a través de la cual los profesionales y compañías médicas pagan el IVA en sus transacciones con otros negocios, pero luego pueden reclamar al Departamento de Hacienda (DH) un crédito.

“Estamos viendo, sector por sector, a quién le conviene una tasa cero, a quién le conviene una exclusión total o a quién le conviene tener la facilidad de solicitar créditos por los insumos que está obteniendo para operar su negocio, y eso lo quiero ver paso a paso”, dijo Perelló.

El plan del liderato de la Cámara no complació del todo a los representantes de la industria de salud presentes en la vista, que incluyó al Colegio de Médicos-Cirujanos, la Asociación Médica, la Asociación de Hospitales, la Asociación Farmacias de Comunidad, la Asociación de Laboratorios Clínicos, entre otras organizaciones, quienes advirtieron que el acceso a los servicios médicos se agravaría aun si se saca de la ecuación el cobro del IVA a los pacientes.

“Sería un desastre para la salud, aunque le quites el IVA al paciente, mantener el IVA a los costos de las oficinas y los servicios de salud. Realmente, eximir solo al paciente no es eximir a la salud”, enfatizó Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos-Cirujanos.

El dirigente del gremio que representa a unos 10,000 galenos, dijo que si se aprueba el proyecto como está, con el gravamen sobre las transacciones entre negocios (conocidas también como “business to business o B2B”), cerca de 1,000 oficinas médicas podrían desaparecer, y en promedio cada una emplea unas cuatro personas.

“Serían 4,000 empleos, en esta economía que tenemos, que desaparecerían porque ya el margen de ganancias que tienen las oficinas médicas cada día es menor”, destacó Ramos.

Mientras la vista transcurría, cientos de médicos y otros profesionales de la salud se concentraron alrededor del Capitolio para protestar en contra del IVA.

“Si se aplicara el IVA a la industria de la salud y los hospitales, hay peligro de que algunas instituciones tengan que cerrar o reducir servicios, dejando sin empleo a mucha gente. Esto provocaría una mayor carga para los pocos hospitales públicos que quedan”, subrayó, por su parte, Jaime Plá, presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales.

Excluir los servicios médicos del pago del IVA trastocaría sustancialmente las proyecciones de recaudos con las que el DH fundamentó el proyecto de reforma contributiva cuando fue sometido en la Legislatura.

Al comparecer hace unas semanas ante ambas cámaras, el secretario de Hacienda, Juan Zaragoza, dijo que el impuesto sobre los servicios médicos ingresaría cerca de $480 millones al fisco, pero eso incluye las partidas por el cobro del IVA a los pacientes, que se estima en unos $300 millones, y las transacciones entre negocios. La tributación de la educación privada -ya excluida- hubiera generado $170 millones.

En total, el Ejecutivo estimaba recaudar en términos netos $1,200 millones más con la reforma propuesta.

El representante Rafael Hernández Montañez, presidente de la Comisión de Hacienda, indicó a este medio que las proyecciones del Ejecutivo actualmente tienen un déficit de unos $500 millones si se toman en cuenta las exclusiones de la educación y los servicios de salud. Sin embargo, adelantó que la Cámara propondrá un recorte de unos $300 millones en el próximo presupuesto, y lo que quedaría por identificar sería la fuente de los $200 millones restantes para compensar por los cambios que se han aplicado a la propuesta del IVA hasta el momento.